Ser Sumisas para Alcanzar al Mundo

Ser Sumisas ¿Qué quiere decir sumisión (o ser sujeta)?

Sumisas quiere decir que tú reconoces que tu marido es el indicado por Dios para ser el tu guía y de tu familia.

Dios  es sobre todo.  1 Corintios 11:3

En segundo lugar es el marido.  1 Corintios 11:3

En tercer lugar es la esposa.  Génesis 2:18

En cuarto lugar están los hijos.  Efesios 6:1-3; Colosenses 3:20; Exodo 20:12

¿Tiene odio por aquella palabra? (Sumisión)

Si no te gusta la idea de ser sumisa, puede ser que tengas una idea errónea de lo que quiere decir sumisión.  Antes de considerar lo que es, vamos a considerar lo que no es:

Sumisión NO ES verse dominada por tu marido

Sumisión NO ES verse inferior a los hombres y menos capaz

Sumisión NO ES ser menos importante que tu marido

Sumisión NO ES dejar de pensar como ser inteligente, ni de perder el genio creativo

Sumisión NO ES quedar con la boca cerrada sin compartir tus ideas

«No es de su cabeza para dominarle, ni de sus pies para ser pisada, pero es de su costado para ser igual con él, de debajo de su brazo para ser protegida por él, y de cerca ce su corazón para ser amada del marido».

¿Y si no soy sumisa a mi marido?

Cuando una no es sumisa a la autoridad de su marido y no está dejando que él la guíe, podemos decir que ella:

No está siguiendo sus decisiones

Resiste a su voluntad

No tiene confianza en su habilidad para guiarla

Toma las responsabilidades que su marido debe tener.

¿Puede una mujer estar bajo la autoridad y la protección de Dios, si no está bajo la autoridad y la protección de su marido?  ¡Creo que NO!

Sumisas quiere decir mirar al esposo para la protección.

a. No solamente para la protección física sino también para la protección emocional y espiritual que Dios piensa darnos por medio de nuestros maridos.

b. Confíe en que Dios es más grande que su marido.  1 Pedro 3:5    «Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquella santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos, como Sara obedecía a Abraham …»  Ejemplo:  Génesis 12:18-20

« … Mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo …»   Génesis 20:16

Sumisas

también quiere decir hablar respetuosamente a tu marido.

Las palabras que usamos, el tono de voz, etc.

Nuestro ejemplo es Cristo.   1 Pedro 2:21-23  «Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, … quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente».

«La ley de clemencia está en su lengua».  Proverbios 31:26

Sumisas es negarse a decirse “no” cuando tiene la tentación de asumir las responsabilidades del marido, aún si yerra mucho o no se preocupa de asumir sus propias responsabilidades.

a. Dios ha dado a los maridos la responsabilidad de hacer la decisión final, proveer para la familia, proteger a la familia, y guiar a la familia.  Esto incluye el entrenamiento de los niños, su instrucción, su disciplina y además el decidir cómo se ha de gastar el dinero.

b. No quiere decir que una mujer no pueda ayudar si él le pide.  Se puede aceptar cualquiera de las responsabilidades que él le encarga.

c. Tomando las responsabilidades de su marido por gusto, es forma de criticarle.

Sumisas quiere decir estar deseosa y dispuesta a hacer todo aquello que resulte en éxito y beneficio de tu marido.

a. Vas a adaptar tus faenas diaris, tus tareas y tus diversiones para complementar las actividades de tu marido en el horario que él tiene.

b. Ser sumisa quiere decir obedecer lo que él quiere que hagamos.  Génesis 2:18

c. Ser buen oyente.

«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse».  Santiago 1:19

d. Una actitud hacer que los otros tengan éxito es la actitud de un siervo.  Ejemplo de José.  Génesis 39 y 40

Sumisas quiere decir que ella va a enseñar a sus niños que papá es el jefe y deben respetarle.

Con su ejemplo, sus palabras, sus actitudes y acciones para con él

Haciendo a los niños obedecer las reglas y decisiones del papá, aún cuando él no esté en casa.

Cuando una madre se interpone en la disciplina que el padre quiere dar, ella pierde mucho más de lo que se da cuenta – para con los niños y para ella misma.

1.  Ella pierde el respeto de los niños y el papá lo pierde también.

2. El niño pierde los “beneficios” que Dios le hubiera traído por obedecer la autoridad de sus padres.  Muchas veces, Dios quiere darnos beneficios aún por medio de las equivocaciones y decisiones egoístas de los que nos rigen.

3. El niño pierde la seguridad en sí mismo que viene de tener dos padres unidos que actúan como uno solamente.

4.  El niño pierde la oportunidad de ver a su mamá sumisa bajo la autoridad que Dios ha puesto sobre ella.

5. El niño pierde la protección espiritual que le guarda del pecado y de la tentación.

6. La madre pierde la oportunidad de ver como Dios hará que todas las cosas ayuden a nuestro bien.  Romanos 8:28-29.

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