Oración que prevalece, Génesis 32:26
“Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.”
Génesis 32:26, RVR60
Considerad la oración de Jacob:
Fue ofrecida al Dios de su padre, arraigada y coronada con una promesa.
Fue una confesión: «No soy digno».
Fue humilde: él no fue leal para con Dios, pero Dios fue fiel con él.
Fue agradecido
“menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos.” (Génesis 32:10, RVR60)
Fue definida: «Líbrame de la mano de Esaú …»
“Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos.” (Génesis 32:11, RVR60)
La oración que prevalece surge de la concienciación de una necesidad definitivamente determinada:
El plan de Jacob (vv. 13–23).
El poder de Jacob (vv. 24–30).
Lugar de soledad. Lugar de derrota. Lugar de desesperación y confesión.
excelente prédica y enseñanza.
Dios los siga bendiciendo Grandemente