La vida es demasiada corta, es el pensamiento que quiero compartir hoy con el obrero de Dios.
Nos estamos poniendo viejos
Hace muy poco entré en Facebook y uno de los jóvenes de la iglesia había puesto un comentario que me sorprendió. Contestando una pregunta que la gente se hace en Facebook, un joven usó mi nombre para contestar la siguiente pregunta: ¿Quién es la persona con mas años que consideras ser tu amigo? No lo podía creer – me estaban llamando un viejo. Entendido que no soy un niño, pero tampoco soy un viejo – ¿Dónde queda mi juventud? ¿Dónde queda el tiempo?
Todos nos damos cuenta que las semanas, meses y años están volando. Parece que muy frecuentemente pienso “me acuerdo cuando …”. ¿Donde fue el tiempo? Mis hijas están creciendo, estoy perdiendo pelo, me canso cuando corro, duermo más temprano y … el tiempo está volando, porque la vida es demasiada corta.
La vida es demasiado corta para no hacer memorias
No tengo que hacerles recordar que Dios nos enseña a contar nuestros días (Salmo 90:12), nuestra vida es como una neblina que aparece y desaparece (Santiago 4:14) y debemos redimir el tiempo porque los días son malos (Colosenses 4:5). Todos sabemos que la vida es demasiada corta pero muchas veces vivimos como si no lo supiéramos. La intención de esta lección es hacerte pensar en cómo regocijarte en la vida, como aprovechar los días y disfrutarlos antes que se te escapen.
Es mi fuerte convicción que un obrero de Dios debe trabajar. No hay excusa para ser vago y no trabajar como merece la obra de Dios. Pero también creo que muchas veces olvidamos de disfrutar el tiempo que estamos acá en la tierra. El servir a Dios es la mejor vida que hay en el mundo. No hay razón para que el obrero no deba pasar lindos momentos con su familia, sus amigos, paseando y … simplemente disfrutándolo. El obrero debe trabajar, pero también debe disfrutar su vida. Nos haría bien a todos tomar tiempo para caminar, leer, hablar, viajar, jugar, mirar fotos, tomar un viaje y mucho mas. Si nunca hacemos nada, no habrá memorias para recordar después. Disfruta la vida que Dios nos da.
Un día mis hijas no estarán más conmigo en casa, un día tendré muchos años para jugar deportes y un día no habrán ganas para viajar y conocer nuevos lugares. Tengo que aprovechar lo que Dios me dio hoy antes que lo pierda y no lo puedo disfrutar. Muchas cosas se pueden recuperar, pero el tiempo pasa y no se recupera, porque la vida es demasiada corta
La vida es demasiada corta para no hacer memorias. Que Dios nos ayude a aprovechar la vida. Que cada obrero de Dios disfrute tiempo con la familia, creciendo personalmente y haciendo lindas memorias. Entonces hoy … recuerda que “este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él” (Salmo 118:24)