Dar para la obra de Dios – II Corintios 8:7-15
“Por tanto como en todo abundáís, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia. No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro. Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. Y en estoy doy mi consejo, porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado. Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis. Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene. Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con igualidad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos suple la necesidad vuestra, para que haya igualidad. Como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos. Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros. Pues a la verdad recibió la exhortación; pero estando también muy solícito, por su propia voluntad partió para ir a vosotros.”
En estos versículos Pablo está instruyendo a la Iglesia de Corinto para que sepan como deben dar a misiones. Note que en estos versículos, Pablo da tres razones para que los creyentes de Corinto den a misiones. Nosotros los creyentes de hoy en día debemos dejar que este mensaje hable a nuestros corazones, y entendamos las mismas razones.
En el versículo 7 él está reconociendo muchas cosas buenas que ellos están haciendo y después él les instruye a “abundad también en esta gracia.” Lo que realmente está diciendo es que tienes una buena iglesia que está abundando en muchas áreas, pero eres débil en dar a misiones. Debemos esforzarnos más para abundar en esta área también. Él está diciendo que debes traer tu programa misionero al mismo nivel que los otros programas que tienes en la iglesia.
1. DEBEMOS DAR PARA PROVEER LA SINCERIDAD DE NUESTRO AMOR, Vs. 8
La primera razón para dar a misiones es para “probar la sinceridad del amor vuestro.” Es muy fácil decir yo amo a los misioneros y misiones pero hablar no significa nada. Estoy muy agradecido a Dios que me ama, pero estoy más agradecido porque probó su amor por mi por medio de mandar a su hijo a morir en una cruz y me dió la oportunidad para ser salvo. Alguien dijo, “Puedes dar sin amor, pero no puedes amar sin dar.”
Cuando yo era un niño, en el colegio teníamos un frase que usábamos y siempre pienso en esto cuando leo estos versículos. “Pon tu dinero donde está tu boca,” Yo creo que esta frase debe hablarnos hoy en día cuando estamos hablando acerca de misiones. Los misioneros no pueden sobrevivir en nuestro, “Dios te bendiga, y te amo.” Ellos necesitan dinero. Es muy triste decir pero muchas iglesias tienen más énfasis en misiones en el letrero de su iglesia que en sus cultos.
2. DEBEMOS PRACTICAR Y DAR COMO CRISTO EN VERDAD VS.9
La segunda razón para dar a misiones es “practicar verdaderamente siendo como Cristo.”
En este versículo vemos que Cristo esta dispuesto a dar lo que tenía para que ellos lo tuvieran gratis. No tenemos que morir como Cristo para que los pecadores sean salvos. Nadie será salvo si nosotros morimos. Si, tenemos el evangelio, y el mundo no lo tiene. Nuestra responsabilidad no es morir por los pecadores; nuestra responsabilidad es llevar el evangelio a otros para que ellos pueden ser salvos. Será maravilloso estar en el Tribunal de Cristo y ver que todos son salvos porque hemos dado nuestro dinero para que el misionero lleve el evangelio a ellos que no lo tienen. Fijáte como será estar en el cielo con alguien que está allí porque diste tu dinero a un misionero para que el evangelio llegue a él.
3. DEBEMOS DAR PARA PREVENIR LA DESIGUALDAD, I CORINTIOS 8:13-15
La tercera razón para dar a misiones es para prevenir la desigualdad. ¿Es correcto para los cristianos vivir lujosamente cuando los misioneros alrededor del mundo están viviendo en pobreza? Por supuesto que la respuesta es no. Dios tiene una ley que no se puede quebrantar. Si ayudamos a otros durante su tiempo de necesidad, Dios tendrá alguien para ayudarnos durante nuestro tiempo de necesidad. Si ahora compartimos en las necesidades económicas de los misioneros, compartiremos sus frutos cuando estemos ante Dios en el Tribunal de Cristo.
Hemos aprendido que debemos dar a misiones para probar la sinceridad de nuestro amor practico, ser como Cristo de verdad, y para prevenir desigualdad. Si somos salvos tenemos el amor de Dios dentro de nosotros. El mismo amor que causó que Dios mandara a su Hijo Unigénito también nos motivará a dar a nuestros hijos y nuestro dinero para que aquellos que no conocen a Cristo puedan escuchar el evangelio y ser salvos. Que Dios nos ayude a escuchar los clamores de los perdidos y la Gran Comisión de Dios, y darnos diligentemente al trabajo de alcanzar a un mundo perdido con el evangelio de Jesucristo.
La Práctica de Dar La Promesa de Fe
Ahora vamos a ver lo que la Biblia enseña en cuanto a dar la Promesa de Fe. La Promesa de Fe es solamente dar por fe. No es cuanto puedes dar, es cuanto puedes confiar en Dios para dar. En II Corintios 8:10, leemos, “Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado.” Aquí vemos que había una necesidad misionera que era presentada a la Iglesia de Corinto, y ellos respondieron de dos maneras. Primeramente, ellos hicieron algo inmediatamente acerca de esa necesidad. Ellos recibieron una ofrenda. También ellos hicieron un compromiso por fe que ellos ayudarían con esta necesidad durante todo el año. Este es un compromiso de la Promesa de Fe. Note que en el versículo 11, “Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis.” En este versículo Pablo está escribiendo a los santos de la Iglesia de Corinto para recordarles de su compromiso que han hecho y está animándoles a dar de lo que tienen. Pablo está recordando a los santos de Corinto que habían prometido a Dios que darían esa ofrenda misionera. Dios ha suplido la manera, ahora Pablo está diciendo, haz lo que dijiste que ibas hacer. “Cumplir conforme a lo que tengáis.”
Uno de los mejores ejemplos de la Promesa de Fe se encuentra en I Samuel 1:11. Cuando Ana está haciendo su Promesa de Fe a Dios.
“E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mi, y no te olvidares de tu sierva, sin que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.”
Aquí vemos que Ana está orando a Dios y que está haciendo una Promesa de Fe. Ella está diciendo, “Dios, si me das un hijo varón, te lo daré después.” Vemos más adelante que Dios si le dió un varón y ella lo devolvió a Dios como lo prometió. Dios honró a Ana por cumplir su promesa dándole cinco hijos más. ¿Piensas que Dios te dejará dar más de lo que Él te da? ¿Piensas que puedes dar a Dios y que Él no te dará nada?
La Parábola de Dar La Promesa de Fe
La Biblia compara La Promesa de Fe a la ley de la cosecha, la ley de sembrar y cosechar. Note que la ley de la siembra y la cosecha que se encuentra en Gálatas 6:7-9
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembre para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Otra vez leemos en II Corintios 9:6
“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.”
Hay cuatro principios en la Palabra de Dios acerca de la ley de la Siembra y la Cosecha.
1. Tú cosechas lo que siembras.
2. Tú cosechas después de que siembras.
3. Tú cosechas más de lo siembras.
4. Tú cosechas de acuerdo a la cantidad que siembras.
He escuchado en toda mi vida muchos mensajes de la primera parte de Gálatas 6:8 “Porque el que siembra para su carne, le la carne segará corrucpción.” Pero nunca escuché un mensaje acerca de la última parte del versículo “más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”
Este versículo nos enseña que hay dos semillas, dos personas que están sembrando, dos tipos de tierra, y dos sustancias. No tenemos que sembrar carne y segar corrupción. Podemos sembrar al Espíritu y el Espíritu segará vida eterna. Esto no significa que nuestra siembra nos salvará. Gracias a Dios podemos sembrar el Espíritu y otros pueden ser salvos.
Los Principios de Dar La Promesa de Fe
En II Corintios 9:7-8 Dios nos da los principios de dar La Promesa de Fe. Nota estos versículos. “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;” Cuando estamos mirando a estos versículos descubrimos cinco principios de la Promesa de Fe que son enseñados.
1. “Cada uno…” Esto nos enseña que la Promesa de Fe debe ser dado personamente. Es personal en el sentido que Dios te dirá solamente lo que Él quiere que des. Cada uno de nosotros debemos estar pidiendo a Dios personalmente cuanto quiere que demos. La mayoría de las tarjetas de la Promesa de Fe no tiene un sitio para poner su nombre porque es un compromiso personal. Es solamente entre tú y Dios. No involucra a otras personas.
2. “como propuso en su corazón…” Esto nos enseña que La Promesa de Fe es planeada. Cuando has pedido a Dios lo que Él quiere que des y te lo dice; debes determinar en tu corazón que es la voluntad de Dios para ti y que debes hacerlo porque Dios te lo dijo. Una cosa que enfrento cuando estoy predicando acerca de la Promesa de Fe es que nuestro compromiso en dar la Promesa de Fe no debe estar basada en las emociones. Si la base de tu promesa de fe esta en las emociones, entonces cuando se va la alegría, ya no vas a seguir dando. Si haces una Promesa de Fe porque Dios te lo dijo, este compromiso va a durar mucho más. Entonces la frase, “como propuso en su corazón.” Simplemente significa que está decidiendo en su corazón y esto es lo que Dios quiere que des y vas a darlo para la gloria de Dios.
3. “dé…” Aquí vemos que la Promesa de Fe es algo que es persistente. No hagamos que nuestra Promesa de Fe, dure por seis semanas y después no se de por dos semanas. No es suficiente para prometer que vamos a dar, debemos llevar el dinero. La iglesia no puede sustentar a los misioneros con nuestras promesas, necesita dinero también. Los misioneros no pueden sobrevivir en “Dios te bendiga y te amo.” Debemos ser fieles al llevar el dinero que hemos prometido.
4. “No con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” Aquí vemos que dar a la Promesa de Fe debe ser positivo. Cuando encontramos algo que a Dios le gusta, debemos hacerlo. Dios dijo en Hechos 20:35, “Más bienaventurado es dar que recibir.” ¿Por qué el tiempo de recoger la ofrenda es el tiempo más silencioso en todo el culto? La palabra alegre viene de la misma palabra que la palabra hilarante (expresión de alegría, risa). ¿Por qué entonces no somos dadores hilarantes? Es porque amamos a nuestro dinero más de lo que amamos a nuestro Señor.
Este versículo no nos enseña que si no estamos alegres entonces no debemos dar. No dice que Dios no aceptará una ofrenda de un tacaño. Simplemente dice que Dios ama al dador alegre. Quizás estás pensando, ¿Qué pasa si doy mi ofrenda a Dios pero no lo doy con alegría? La respuesta es que nadie lo sabrá si no dices nada. Su actitud no afecta el valor del dinero cuando el misionero gasta el dinero. ¿Puedes imaginar un misionero que recibe su dinero y pregunta a su esposa, ¿como era la persona cuando dio ese dinero, eran felices o tristes? No, él dará gracias a Dios y lo llevará al banco.
La verdad es que recibirás bendiciones si lo das con alegría. La iglesia será bendecida porque tiene el dinero para sustentar a los misioneros. Los misioneros serán bendecidos porque pueden ir al campo misionero y hacer lo que Dios les llamó hacer. El pecador será bendecido porque él puede escuchar el evangelio y será salvo, y Dios será bendecido porque su obra puede continuar. Si tu no das, vas a perder la bendición, la iglesia perderá la bendición de sustentar a los misioneros, los misioneros perderán la bendición de hacer la obra de Dios, y Dios perderá la bendición porque su obra no sigue. ¿Por qué la mala actitud debe causar a los de más perder las bendiciones? Otra vez quiero decir que “Dios ama al dador alegre, pero Él no aceptará la excusa de que no da porque no puede darlo con alegría.”
5. “. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;” Aquí vemos que dar la Promesa de Fe debe ser Probado. Puedes notar que la palabra “toda” aparece cuatro veces en este versículo. ¿Piensas que Dios te dejará dar más de lo que Él te da? ¿Piensas que puedes dar a Dios y que Él no te dará nada? Cuando estamos dando por fe estamos abriendo la puerta de oportunidad para probar que Dios suplirá nuestras necesidades, cuando estamos supliendo las necesidades de sus misioneros. Entonces hemos visto que dando la Promesa de Fe debe ser personal, planeado, persistente, positivo y probado. Este principio es enseñando claramente en Filipenses 4:14-19 “Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aún a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrifico acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
Hay que ver el contexto del versículo 19. En estos versículos, la Iglesia de Filipos creó una necesidad en su vida por medio de dar a la obra misionera de Pablo. Ahora Pablo está prometiendoles que suplirá sus necesidades. Es solamente cuando estamos dando a misiones que podemos reclamar la promesa de este versículo.
En II Corintios 9:6 y 8 aprendemos que debemos dar expectivamente. Hemos visto que cosechamos lo que sembramos, cosechamos después de lo que siembramos, cosechamos más de lo siembramos, cosechamos de acuerdo a la cantidad en que siembramos. Hay algunos que dicen, “Supongo que siembras un jardín para verla malograr.” La respuesta para esta gente se encuentra en Lucas 6:38.
“Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.”
No debemos dar para recibir con egoísmo, pero estamos seguros que Dios tiene un principio que cuando estamos dando a otros, él nos dará. Quiero recordarles que la cuchara más pequeña de Dios es más grande que nuestro palo más grande. Dios no nos dejará dar más de lo que Él nos da.
Note que la promesa es para los que están dando con Fe en II Corintios 9:10-11.
“Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.”
El sembrador que está mencionado en el versículo 10 es el misionero. Dios le ministrará semilla por medio de la gente de Dios. El mismo Dios que suple las necesidades de los misioneros, hará tres cosas para ti. Primero, Él “proveerá el pan que come.” Esto significa que Él suplirá sus necesidades diarias. Segundo, Él multiplicará vuestra sementera.” Esto significa que el misionero está sembrando la semilla para ti y Dios le dará la cosecha. Él multiplicará sus semillas sembradas. Tercero Él “aumentará los frutos de vuestra justicia.” Esto nos enseña que el fruto que el misionero recibe de siembra será nuestra semilla cuando estamos delante de Dios en el Tribunal de Cristo.
En II Corintios 9:7 hemos aprendido que debemos dar con alegría. “porque Dios ama al dador alegre.” El tiempo más silencioso en nuestro culto es durante la ofrenda. Esto debe ser un tiempo de regocijo porque Dios nos ha bendecido con un trabajo y buena salud para trabajar. Puedes ser feliz cuando estás dando si entiendes que pudieras haber nacido en un país muy pobre, o pudieras ser uno que no puede trabajar porque tiene muchos problemas físicos. Solamente miras la condición de otros que no tiene la habilidad de dar y puedes regocijarte que puedes dar.
En II Corintios 9:13, aprendemos que debemos dar experimentalmente. Esto significa que debes probarlo y ver si funciona. Dios sabía que nuestra carne no entenderá dar por fe, entonces en su misericordia Él nos deja probar esto temporalmente. Esto simplemente significa que podemos probarlo, que dejemos a Dios probar que si funciona. Cuando estamos dando por fe, abrimos la puerta de oportunidad para probar que Dios puede y que nos cuidará si obedecemos su Palabra en cuidar a los misioneros.
Antes que salgamos de este estudio, me gustaría ver II Corintios 9:15, “Gracias a Dios por su don inefable.” Muchas veces escuchas este versículo predicado durante Navidad o la Pascua. Yo me sorprendí cuando aprendí que este versículo no se encuentra en la historia del nacimiento de Cristo ni en la historia de la Pascua. No está ubicado en los evangelios donde habla del nacimiento y muerte de Cristo. Pero está ubicado en la última parte de dos capítulos que enseñan como debemos dar. Primeramente dudé porque Dios lo daría aquí en vez de los evangelios. Yo creo que la respuesta es, que Dios sabía como nuestra carne reaccionará a esta enseñanza entonces Él lo puso en este versículo en la última parte de estos dos capítulos para recordarnos lo que Él nos dió. Cada vez que nuestra carne nos dice que estamos dando demasiado, debemos recordar el regalo que Dios nos dió.
Muchas personas e iglesias han aprendido la bendición de dar a misiones por medio de la Promesa de Fe y hoy en día son testimonios vivos que Dios puede dar por medio de ti lo que Él no te dará. Él nos dará para dar a misiones esto es lo que no dará a nosotros para quedarse con nosotros. Ellos también han aprendido que cuando das por fe, Dios te dará más de lo que das. Cuando yo era el pastor de la Iglesia Bautista Betel en Jacksboro, Tennessee, teníamos planeado nuestra primera conferencia por la Promesa de Fe en Marzo de 1974. Durante el mes de Febrero la Iglesia estaba en deuda de $200. No podíamos pagar nuestras cuentas. Yo recuerdo que pensé ¿Vamos a seguir con ese conferencia de Promesa de Fe cuando no podemos pagar nuestras cuentas aquí en la iglesia? No sé como pero por la gracia de Dios tuvimos nuestra conferencia de Promesa de Fe y la gente prometió dar $105 cada semana a misiones. Cuando fue dado el proxima informe económico, la iglesia podia pagar todas sus cuentas y tenía $500 todavía en el banco. La iglesia dió tres veces la cantidad a misiones y Dios suplió cada necesidad de nosotros aquí.
Me quedé en la Iglesia Betel por ocho años, y la Iglesia nunca tenía problemas económicas. Antes de tener nuestra primera conferencia de la Promesa de Fe y dando por fe, nuestra iglesia dió el diez por ciento de los ingresos de la iglesia y lo dividió entre siete misioneros. Su sustento era un promedio de $10 a $15 por mes. Cuando salí de la iglesia, eran más que 50 misioneros sustentados con $25 cada mes, y tenía un colegio cristiano, y había muchas veces cuando los misioneros vinieron a nuestra iglesia para presentar sus necesidades y Dios nos ayudó a suplir su necesidad. Nuestra iglesia aprendió lo que significaba Filipenses 4:19. Hemos aprendido que Dios suplirá nuestras necesidades aquí cuando estamos cuidando de los misioneros en todo el mundo.
Cuando estaba pastoreando la Iglesia Bautista Betel teníamos una hermana que era ciega legalmente. Un día ella nos pidió si podríamos orar por ella por un trabajo para dar a misiones. Dios le dió un trabajo y ella dió $100 cada mes a misiones. Cuando tuvimos la aproxima conferencia de Promesa de Fe, ella prometió dar $50 cada semana por todo el año. Dios le ayudó a cumplir esa promesa y el proximo año ella dio $75 a la semana. Un año después ella daba $85 cada semana a misiones. Ella aprendió que no podía dar más de lo que Dios le daba.
Yo recuerdo que predique la primera conferencia en una iglesia en Carolina de Sur en 1980 ellos tenían como 50 en asistencia. Su edificio era muy viejo y tenía el valor de $28,000. Su ingreso total por todo el año era de $4800. Ellos estaban sustentando 3 o 4 misioneros. He predicado muchas conferencias misioneras en esta iglesia por muchos años. Esta iglesia ahora tiene un templo nuevo, una casa misionera, un edificio para compañerismo, y un Instituto Bíblico. Su propiedad tiene el valor de más que 1.7 millones de dólares y esta totalmente pagado. Ellos tienen una asistencia de 300 los Dómingos en la mañana y sustenta a más de 125 misioneros. Ellos recogen más dinero en dos semanas que ellos recogieron en todo el año de 1980. Ellos han tenido a muchos de sus miembros entregados a ser misioneros. Esto es otro ejemplo de una iglesia que aprendió que no puede dar más que Dios.
Cuando aprendemos a dar por fe, Dios normalmente provee el dinero en tres maneras. Primero, Dios puede suplir el dinero en una manera que no esperas. El puede suplirlo en un aumento de tu sueldo, o puede ayudarte a guardar dinero. Esto pasa solamente cuando aprendemos a dar por fe. La Biblia nos enseña en Hebreos 11:6 “sin fe es imposible agradar a Dios.” Cuando estamos dando por fe, no estamos dando de nuestros recursos, sino de las riquezas de Dios. Dando por medio de la Promesa de Fe no es cuanto puedo dar pero cuanto puedo confiar en Dios para proveer por medio de mí. La cuchara más pequeña de Dios es más grande que nuestra pala más grande y Él siempre nos dará más que lo que le damos.
Dios ayúdanos a recordar que La Gran Comisión no es una opción sino un mandato; no es una opción, sino una obligación. ¿Piensas que Dios dará a la iglesia un trabajo que no tiene la habilidad para cumplir? ¿Piensas que Él nos dará un trabajo por hacer y que no suplirá las necesidades? La respuesta de estas preguntas es NO. La única manera para alcanzar este mundo con el evangelio es que los santos de Dios reconozcan su responsabilidad hacía el evangelismo mundial y después aprender como confiar en Dios para suplir sus necesidades. Esto es dando por fe, esta es la Promesa de Fe, y la Escritura nos enseña en Romanos 14:23, “todo lo que no proviene de fe es pecado.” Dios ayudános a aprender a dar por fe en una manera que la sangre de esta generación no sangre de nuestras manos durante el tribunal de Cristo.
Yo desafío a cada Pastor, a cada iglesia, a cada cristiano y a quienes han leído estas paginas que confíen en Dios y le prueben para ver si su cuchara es más grande que nuestra pala. Nunca nos dejará dar más de lo Él que nos dará. PRUEBALO Y VERAS.
Si has leído estas páginas y eres un pecador, dejáme decirte que no puedes pagar tu entrada para ir al cielo. La salvación es un regalo de Dios y es por gracia, por fe. Si reconoces que eres un pecador rumbo al infierno, arrepiéntete de tus pecados y busca al Señor hoy. Recíbele por arrepentimiento y fe y serás salvo hoy. No esperes. Dios te ayuda hacerlo ahora.
Juan 1:11-13 dice, “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos lo que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Como algunos de Uds. Quienes están leyendo este libro nunca han visto una tarjeta de la Promesa de Fe, estoy incluyendo una copia aquí. No es una promesa. Es un compromiso de una persona hacia otra persona. La promesa de Fe es un compromiso por fe entre tú y Dios, como Dios le provee, vas a dar una cantidad de dinero cada semana a tú iglesia encima de tus diezmos para misiones. No hay un sitio para su nombre ni su dirección. No es una promesa a un misionero, pastor, o la iglesia, pero un compromiso a Dios por fe y es solamente entre tú y Dios. Aquí está una copia de la tarjeta de compromiso por la Promesa de Fe.
En dependencia en Dios, intento dar encima de mis diezmos y ofrendas regulares al programa misionero que tiene mi iglesia la cantidad indicada a la derecha por este año.
Escoge lo que vas a dar cada semana y pon un círculo alrededor de la cantidad. Su Promesa de Fe es lo que vas a dar regularmente a la iglesia durante este año como Dios le provee. No vamos a pedirte para recibirlo, es una inversión voluntaria a la obra del Señor, si no puedes pagarlo, solamente dilo a Dios.
En una parte de la tarjeta haz una lista de cantidades de dinero para dar de100 soles a 0.10 centimos. Cada persona simplemente tiene que orar y pedir a Dios lo que él debe dar y poner un círculo alrededor de la cantidad. Cuando todas las tarjetas son llenadas, serán recogidos de la iglesia y contado para determinar todo el dinero que era prometido por este año. Como es un compromiso entre tú y Dios no hay un sitio para poner su nombre.