¿Es Correcto Practicar El Juicio Bíblico? Uno de los versículos malamente usados de la Biblia es, «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mateo 7:1). Cada versículo de la Escritura debe ser leído en su contexto, si vamos a entender propiamente su significado. En los versículos 2-5 del mismo capítulo es evidente que el versículo 1 se refiere a juicio hipócrita. El hermano que tiene una viga en su propio ojo no debe juzgar a otro que tiene una paja en el suyo. La enseñanza es clara, usted no puede juzgar a otro de su pecado si usted es culpable del mismo pecado.
Esos que se aferran a «No juzguéis, para que no seáis juzgado,» al condenar a esos que delatan el error, deberían leer el capítulo entero. Jesús dijo, «Guardáos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas….» (v. 15). ¿Cómo podemos conocer a los falsos profetas si no los juzgamos de acuerdo a la Palabra de Dios? Si conocemos a los falsos profetas, ¿cómo podemos desprevenir a las ovejas de esos «lobos rapaces?» A través de toda la Biblia encontramos la enseñanza de que debemos identificarlos y delatarlos.
«Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos» (Mateo 7:16-17). ¿Dijo acaso el Señor que no podíamos juzgar el árbol (persona), por el fruto de su vida y su doctrina? Ciertamente no, porque no pudiéramos saber sin juzgar. Todo juicio debe hacerse en lasbases de la enseñanza bíblica, y no acuerdo a caprichos ni prejuicios.
«No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio» (Juan 7:24). Aquí el Señor nos manda que «juzguemos con justo juicio» el cual es únicamente basado en la Palabra de Dios. Si el juicio se realiza bajo alguna otra base, no siendo la Palabra de Dios, es una transgresión de Mateo 7:1. El diccionario dice que un juez es «uno que declara la ley». El cristiano fiel debe discernir o juzgar de acuerdo a las bases de la inspirada ley de Dios, la Biblia.
Un fornicario es descrito en 1 Corintios 5:1-13. Pablo «juzgó» (versículo 3) al hombre a pesar de que estaba ausente, y dijo a la iglesia de Corinto que deberían «juzgar» (versículo 12) a los que estaban dentro. La palabra griega para «juzgar» es la misma en Mateo 7:1. Pablo no faltó a «no juzguéis, para que no seáis juzgado» al juzgar al hombre, ni en instruir a la iglesia a juzgar tambien. Todo este juicio fue de acuerdo a la Palabra de Dios.
Una persona que es capaz de discernir entre el bien y mal, tiene por lo menos uno de los mayores signos de madurez espiritual. «Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal» (Hebreos 5:14). W.E. Vine, dice acerca del significado de «discernir», «una distinción, una clara diferenciación, discernimiento, juicio; se traduce ‘discernir’ en 1 Corintios 12:10 discernimiento de espíritus, juzgando por evidencias si es que son de Dios o son del maligno». Strong también está de acuerdo en que significa juzgar.
Esos que no desean o son incapaces de discernir o juzgar entre lo bueno y lo malo, están de esa forma revelando ya sea su desobediencia o su inmadurez.