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La Verdadera Felicidad

La Verdadera Felicidad. Si hay un anhelo en la vida en la que todos los hombres comparten por igual, es el anhelo de ser felices.

Cada cosa que nosotros hacemos en la vida y cada cosa que dejamos de hacer tienen como motivación primordial ser felices.

En busca de la verdadera felicidad. ¿Dónde buscan la felicidad?

¿En qué consiste la felicidad?

¿Cómo podemos alcanzar la felicidad, lo que tanto anhelamos?

Solo aquel que contempla la vida como un todo, desde su origen hasta su conclusión y que conoce a plenitud su propósito y significado puede darnos una respuesta autorizada.

Y la respuesta la encontramos en el salmo 1

Bienaventurado: Feliz, contento, con propósito, con bienestar. Estable emocionalmente. Sumamente feliz, dichoso

Ser bienaventurado no depende de las circunstancias favorables

No se trata simplemente de un individuo que goza en estos momentos de circunstancias favorables, es decir bienestar.

Si la felicidad dependiera de circunstancias favorables, estaríamos en serios problemas, porque la vida es muy cambiante.

Nada de lo que tenemos esta completamente seguro en nuestras manos

Lo que hoy nos estimula, mañana nos aburrirá

Además nos acostumbramos a todas las cosas, lo que hoy nos estimula mañana nos aburre.

«Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.» Eclesiastés 1.8 (RVR60)

Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos. Eclesiastés 1.8 (NTV)

El hombre que vive para el placer, es como Sisifo (de la mitología griega).

La verdadera felicidad depende la relación con Dios y de tu carácter (lo que tú eres)

La felicidad que describe Salmo 1.1 no depende de las circunstancias, depende de una relación, de un carácter.

Cuando un hombre busca la felicidad como meta suprema de su vida a expensas del cultivo de una relación con Dios, el cultivo de una carácter, termina cosechando dolor.

La verdadera felicidad es el resultado de hacer lo que Dios nos dice en Su Palabra

Aquí no dice feliz el hombre que busca la felicidad.

Si buscas la felicidad jamás lo encontrarás, siempre se te escapara, pensarás que la tienes pero de pronto habrá desaparecido. Es como atrapar una burbuja, pues en el momento que la atrapas desaparece.

La felicidad es el resultado de hacer lo que Dios dice en su Palabra:

No seremos felices hasta que haya arrepentimiento de pecados

«Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;» Salmo 1.1

Al hablar de la felicidad aquí, menciona al hombre malo, pecador, escarnecedor, empezando por lo negativo

La Felicidad no lo encontrara, en consejo de malos, en camino de pecadores, ser parte de ellos

La Biblia toma como punto de partida el lugar donde estamos. Estamos en una condición de pecado.

Por eso la biblia nos dice dónde estamos para que sepamos como llegaremos.

El hombre en su pecado quisiera dar un salto desde el lugar donde están y llegar directamente al camino de la felicidad.

Ellos no quieren que se les muestre lo dejos y extraviados que están.

Si quieres encontrar el camino a la felicidad, necesitas saber dónde estás realmente.

La biblia dice que estamos en una condición de muertos espiritualmente en nuestros pecados,

«¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.» Mateo 12.34 (RVR60)

Por eso necesitamos pasar por una profunda transformación que la biblia llama nuevo nacimiento

Nacimos encaminados con nuestros pies al mal, por lo cual necesitamos cambiar de camino.

Arrepentimiento, volver

«Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.» Isaías 55.7 (RVR60)

Antes de tener una solución, primero necesitamos saber que tienes un problema.

Nuestro problema es nuestro pecado, nuestra vida que es contrario a Dios.

No seremos felices hasta que haya arrepentimiento de pecados

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