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Misiones por Dr. Stinnett Ballew – Capitulo 8

 

El Trabajo del Espíritu Santo en Las Misiones

Hechos 13:1-4

  1. Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros; Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. 
  2. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo:  Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
  3. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
  4. Ellos entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.

En este capítulo estudiaremos el trabajo muy importante del Espíritu Santo en las misiones.  Muchas veces no hablamos mucho de ese tema.  Es muy triste decirlo pero muchas veces cuando estamos planeando y programando las misiones, dejamos o no incluímos al Espíritu Santo.  Yo no creo que podemos enfatizar demasiado la importancia del trabajo del Espíritu Santo en cualquier área de la obra de Dios.  En este capítulo vamos a estudiar el trabajo del Espíritu Santo en Misiónes en cuatro áreas.

  1. El Trabajo del Espíritu Santo en el Misionero y en su llamado al ministerio.
  2. El Trabajo del Espíritu Santo en la Iglesia para encomendar al misionero.
  3. El Trabajo del Espíritu Santo en los Cristianos en cuidar a los misioneros.
  4. El Trabajo del Espíritu Santo en la Comunidad en dónde el misionero empezará las iglesias.

El Trabajo del Espíritu Santo en el Misionero y en Su Llamado al Ministerio

No es el trabajo de los seminarios, las misiones, ni comités de las denominaciones para encontrar ni elegir a misioneros.  Esta es una lección muy importante que nuestra generación necesita aprender.  Nuestro texto nos enseña claramente que el Espíritu Santo llama a los hombres para ser misioneros.

Como un hombre no debe entrar en el ministerio sin el llamado de Dios en su vida, tampoco un hombre no debe ser un misionero sin el llamado de Dios en su vida.  Pablo explicó bien en I Timoteo 1:12, “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio.”  Pablo está diciendo que el Señor Jesucristo me fortaleció, me encomendó, y me empleó.  Dios me puso en el ministerio.  Cada hombre en el ministerio debe decir esas tres cosas como Pablo.  Es el trabajo del Espíritu Santo para “ poner hombres en el ministerio.”  (Yo digo hombres porque cada estudiante de la Palabra de Dios sabe que Dios no llama a las mujeres al ministerio.)

La Responsibilidad del Espíritu Santo

El trabajo del Espíritu Santo es para llamar a los misioneros.  Hay dos verdades en ese versículos acerca del llamamiento del Espíritu Santo.  Primero, Él les llama de la iglesia.  El Espíritu Santo nunca saldrá de una iglesia local para llamar a un misionero.  Un hombre que no está involucrado en construir y edificar una iglesia en el país donde el está, nunca construirá o edificará una iglesia en otro país.  Otra vez quiero decir, “¿Por qué envías una lampará a Africa si no alumbrará en América?  Dios no va al mundo ni busca mundanos para hacer su obra.

La segunda verdad enseñada es que El Espíritu Santo llama a los hombres a un llamado específico.  Dios llama algunos hombres para ser pastores, otros para ser evangelistas, y otros para ser misioneros.  Aunque es verdad que Dios llama a algunos a trabajar en los ministerios de las cárceles, otros para empezar iglesias, u otros para construir hogares para niños aquí en Los Estados Unidos, es verdad que Dios llama a los hombres a un país.  Como un pastor no tiene el derecho para escoger la iglesia que va a pastorear, el misionero no tiene el derecho para escoger el campo dónde va a trabajar.  Esa es la responsibilidad del Espíritu Santo.  Esa verdad está enseñada claramente en Hechos 16:6-10.

6.  Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espírtu Santo hablar la palabra en Asia;
7.  y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se le permitió.
8.  Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas.
9.  Y se le mostró a Pablo una visión de noche, un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo; Pasa a Macedonia y ayúdanos.
10.  Cuando vió la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anuncíasemos el evangelio. 

Es evidente en el versículo 6 que eran los planes de Pablo para regresar a Asia, pero el Espíritu Santo le prohíbio hacerlo.  Después que no podía ir a Asia, él determinó ir a Bitinia pero el Espíritu Santo tampoco le permitió ir allí. En versículo 10, Pablo aceptó que Dios le llamó a predicar el evangelio en Macedonia.  Cada misionero debe saber que Dios le llamó a ser un misionero, y que Dios le llamó para ir al país en donde está planeando ir.  Hay una diferencia entre una visión y un llamamiento.  Hay una diferencia entre una carga y un llamamiento, y hay una diferencia entre una necesidad y un llamamiento.  Cada cristiano debe tener una visión, una carga, y realizar la necesidad del mundo que está perdido y muriendo sin Cristo, pero esto no significa que cada cristiano es llamado a ser un misionero.  El llamado de Dios es un trabajo de gracia en el corazón de un hombre que no puede explicar, pero cuando lo experimenta no necesita que alguien le explique lo que es.  Sabe lo que es.  Si no sabes si eres llamado, debes orar, ayunar, y orar, y estudiar la Palabra de Dios hasta que Dios le dé una respuesta claramente en tu corazón.  Si tu vas al campo misionero y no estás seguro si tienes el llamamiento de Dios, nunca sabrás si estás en la voluntad de Dios, y nunca construirás o edificarás una obra para Dios.

La Responsibilidad del Candidato (El Misionero)

Debes notar también que el candidato o misionero tiene responsibilidades.  Primero, los hombres que Dios está llamando para ser misioneros deben estar dispuestos a  seguir el liderazgo del Espíritu Santo. El Espíritu Santo no va a forzarte a ser un misionero contra tu voluntad.  Él solamente trabajará en tu voluntad hasta que estes dispuesto para ir.  Es nuestra responsibilidad de buscar Su liderazgo.  La segunda responsibilidad del misionero o candidato es que él debe ser obediente al liderazgo del Espíritu Santo.  Cuando reconocemos el liderazgo del Espíritu Santo en nuestro llamado de Dios para nuestras vidas, debemos entregarnos completamente y obedecer el liderazgo de Dios en nuestras vidas.  El Espíritu Santo nunca te guiará dónde la gracia de Dios no te protegerá y te guardará.  Cuando y dónde el Espíritu Santo te guía, te proveerá para ti también.  Es muy importante que entendamos que el Espíritu Santo nunca nos guiará contrario a la Palabra de Dios.  La guía del Espírtu Santo siempre será conforme a las Escrituras.

El Trabajo del Espírtu Santo en la Iglesia en Encomendar al Misionero

Hay un trabajo del Espíritu Santo en la iglesia en encomendar a los misioneros.  Nota el versículo 2 otra vez.  Es el trabajo del Espíritu Santo para dirigir la iglesia y el hombre de Dios en cuanto a encomendar a los misioneros.

La Responsibilidad de La Iglesia

En esta parte vamos a ver tres partes en el trabajo de la iglesia en encomendar a los misioneros.  Primero, la iglesia debe tener una atmósfera en la cual el Espíritu Santo puede hacer su trabajo.  El Espíritu Santo no llamará a los misioneros de una iglesia que está muerta, aburrida, o una iglesia que no hace nada.  Alguien dijo, “No puedes criar pollos en una refrigeradora.”  Aquí vemos que la Iglesia de Antioquía  tenía un atmósfera espiritual.  Ellos estaban sirviendo a Dios y ayunando.  Eso siempre produce una atmósfera buena para el trabajo del Espíritu Santo.

Segundo la iglesia debe tomar la acción correcta por la cual el Espíritu Santo hará su trabajo.   Cuando ellos recibieron el mensaje de Dios en el versículo 2 encontramos que ellos tomaron la acción correcta en el versículo 3.   El Espíritu Santo puede y hará su trabajo muy facilmente cuando hay una iglesia que está orando y ayunando.

El tercer trabajo de la iglesia es reconocer que es la agencia correcta por la cual el Espíritu Santo puede hacer su trabajo.  No estoy contra las misiones que quieren ayudar a las iglesias locales en enviar a los misioneros al campo misionero.  Por lo tanto tengo que decir que las misiones son una idea de los hombres y no hay evidencia en la Biblia de estos.  También creo que una misión debe estar bajo la autoridad de una iglesia local.  Los misioneros deben ser enviados por su iglesia local.  Ellos deben recibir su sustento por iglesias locales, ellos deben someterse a la autoridad de la iglesia local.  Yo no quiero tener parte en la obra de un misionero  si no es enviado por su iglesia local, apoyado por su iglesia local, y está en sumisión a la autoridad de su iglesia local y su pastor.  Las Escrituras dan a la iglesia local una parte muy importante en el trabajo de las misiones.  Es la única agencia que es reconocida  en la Biblia en la cual el Espíritu Santo ha escogido para hacer su trabajo.  Quiero repetir otra vez que no estoy contra las misiones, pero deben ser siervos de la iglesia en el trabajo de las misiones y no mayordomos sobre la iglesia en el trabajo de las misiones.

El Espíritu Santo Debe Trabajar en El Cristiano en Cuidar a Los Misioneros

Después que el Espíritu Santo llama a un misionero y la iglesia que le ha encomendado, viene la responsibilidad de cuidar al misionero. ¿Cómo levantará su sustento?  En los programas de las denominaciones, el misionero solamente tiene que ir ante la misión y ser aprobado para recibir su sustento.  Es muy diferente para los misioneros en los programas de Promesa de Fe en el Nuevo Testamento.  Para cuidar al misionero apropiadamente, el Espíritu Santo debe trabajar en y por el misionero y los miembros de la iglesia local.

El Espíritu Santo Debe Trabajar en La Vida del Misionero

Primero vemos como el Espíritu Santo debe trabajar en la vida de un misionero (un candidato).  No es suficiente que el misionero diga que él Espíritu Santo le llamó a ser un misionero.  El Espíritu Santo debe hacer un trabajo en y por la vida de un misionero si va a levantar su sustento de dinero y las oraciones de los otros cristianos.  Primero, debe revelar su carga.  La habilidad del misionero al revelar su carga a los otros Cristianos determinará cuanto tiempo necesita para levantar todo su sustento.  No hay ningún Cristiano que tenga interés en apoyar a alguién que no tiene una carga por el trabajo en que Dios le llamó hacer.  Yo creo que una carga verdadera traerá el sustento de la gente más rápido que cualquier talento o habilidad de predicar que tiene un misionero.  No hay ningún misionero que tendrá éxito en el ministerio si no tiene una carga que consuma toda su vida por la obra que Dios le llamó a hacer.  Esa carga verdadera no puede ser producida por la carne, solamente puede encontrarse dentro del misionero por el Espíritu Santo.

La segunda cosa por el que el Espírtu Santo debe trabajar en la vida del misionero es, en que su comportamiento, debe ser correcto.  Yo personalmente no quiero apoyar a un misionero que no puede comportarse de una manera que agrada a Dios.  Ese tipo de compartimietno debe ser verdadero en la vida de todos los crisitanos, pero especialmente en las vidas de aquellos que son los llamados de Dios.  Yo creo que las mismas cualidades que dicen acerca del obispo en I Timoteo 3:1-7 también son aplicadas a los evangelistas y a los misioneros.  Esas cualidades son ignoradas por muchos hoy en día, pero no creo que bajando los principios que son enseñados en la Palabra de Dios ayudará la causa de Cristo.

Nota estos versículos cuidadosamente:

1.  Palabra fiel:  Si alguno anhela obispado, buena obra desea.
2.  Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio,prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar,
3.  no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias, deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
4.  que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad
5. (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios? )
6.  no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
7.  También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. 

El hombre de Dios debe ser un hombre probado.  Él debe ser un hombre de éxito como persona, un compañero, un padre, y un predicador.  ¿Por qué mandas una lámpara al campo misionero si no puede alumbrar en su propio campo?

La tercera cosa que el Espíritu Santo debe manifestar en la vida de un misionero es sus bendiciónes deben ser reconocidas.  Quejando y hablando mal no ayudará a un misionero a levantar su sustento.  Aunque un misionero no debe jactarse de las bendiciónes de Dios deben ser evidentes en su vida.  El misionero debe tener cuidado de no tratar de hacer el trabajo del Espíritu Santo levantando su sustento, pero él como barro en las manos de Dios, debe entregarse al trabajo del Espíritu Santo en su vida.  El misionero debe recordar que él está haciendo la obra de Dios, él es un embajador de Dios, y es el negocio y trabajo deDios suplir sus necesidades y llevarle al campo misionero en el tiempo de Dios.

El Espíritu Santo Debe Trabajar en la Vida de la Iglesia

Como el Espíritu Santo debe trabajar en la vida de un misionero (candidato), también Él debe trabajar en la vida de una iglesia.  Primero vamos a ver que el Pastor de la iglesia tiene un papél importante.  Como el sobreveedor de la gente de Dios, el pastor debe reconocer el liderazgo del Espírtiu Santo.  El Espíritu Santo guiará al hombre de Dios en cuanto a su voluntand de sustentar a los misioneros.  No es la voluntad de Dios que cada iglesia sustente a cada misionero que visita la iglesia.  Por lo tanto, un pastor debe reconocer que cuando está procediendo con un misionero, él está procediendo con un hombre de Dios y debe tratar al misionero con mucho respeto y cortesía como él quiere que lo traten los miembros de su propia iglesia.  El Espíritu Santo le revelará su voluntad en cuanto a los misionero que debe sustentar.   Después que el pastor reconoce el liderazgo del Espíritu Santo, el debe responder al liderazgo del Espíritu Santo.    El debe revelar el liderazgo del Espírtiu Santo a su gente.  El sustento de un misionero no debe ser la decisión del pastor y su gente, pero debe ser por el liderazgo del Espíritu Santo.

La gente de la iglesia tiene también un papél muy importante.  Primero hay el ministerio de suplicación.  Nunca puedo enfatizar demasiado la importancia de orar por los misioneros.  Cada miembro de la iglesia debe leer las cartas de oración de sus misioneros y orar por sus necesidades que son mencionadas en las cartas.  Nunca sabremos hasta que en el tribunal de Cristo se valore verdaderamente y lo que los misioneros han logrado por medio de las oraciónes de la gente de Dios.

El segundo ministerio de la gente al  misionero es el ministerio de sustento.  Esto significa que los miembros de la iglesia contribuyen con dinero a la iglesia para sustentar a los misioneros.  La iglesia solamente puede sustentar a los misioneros como los miembros de la iglesia están sustentado a la iglesia financieramente.   Ultimamente, los miembros de la iglesia tienen el ministerio de fortalecer a los misioneros.  Pueden hacer eso por medio de animar a los misioneros, ser amables con ellos cuando visitan a su iglesia, y mostrando una actitud de preocupación  y cuidado por los misioneros.

El Trabajo del Espíritu Santo en la Comunidad en Donde Los Misioneros Empiezan Sus Iglesias

En esta parte otra vez vamos a ver el trabajo del misionero y el trabajo del Espírtu Santo.  Quiero enfatizar que los dos deben trabajar juntos.  No debe ver como el Espíritu Santo esta trabajando con el misionero pero, si debe ver al misionero trabajando con el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo Debe Trabajar por Medio del Misionero

Primero vamos a ver el trabajo del misionero al empezar iglesias.  Yo no sé ningún versículo que enseñe sobre cómo el misionero debe empezar iglesias, Salmo 126:6, “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; más volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.”  En este versículo hay cuatro ideas que describe el trabajo del misionero en empezar las iglesias.

  1. El IR, ANDAR DEL SIERVO
  2. EL DERRAMAR LÁGRIMAS
  3. El COSECHAR LA SEMILLA
  4. EL SEGAR EN SUS GAVILLAS

Escuché una historia de un joven misionero que se fue al campo misionero y trató por meses de empezar una iglesia.  Después que falló muchas veces y con mucha frustración, él escribió una carta a su pastor que era un pastor con mucha sabiduría.  Él preguntó a su pastor como debe empezar una iglesia.  Él explicó que él era muy fiel en predicar la Palabra de Dios, testificar, y presentar el plan de salvación a los perdidos pero parece que todo lo que él hizo, era un fracaso.  Después que el pastor oró mucho, el pastor se sentó y escribió una carta al misionero joven.  La carta dijo, “Intenta lágrimas.” Tenemos la Palabra de Dios que nos enseña si vamos llorando y cosechando la semilla;  Dios dará las ganancias.

El Espíritu Santo Debe Trabajar en Empezar Iglesias

Ahora vamos a ver el trabajo del Espíritu Santo en empezar Iglesias.  A mi no me gusta el tema “empezar iglesias”., pero como no se un tema mejor, vamos a usarlo.  Después que el misionero ha hecho su parte como hemos hablado anteriormente,  ÉL DEBE CONFIAR EN EL ESPÍRITU SANTO PARA  HACER SU TRABAJO.  El debe reconocer que hay muchas cosas que solamente el Espírtu Santo puede hacer.  Solamente el Espíritu Santo puede crear una iglesia.  El misionero no debe intentar hacer el trabajo del Espíritu Santo.  Aquí vamos a ver cinco cosas que solamente el Espíritu Santo puede hacer.

  1. Solamente el Espíritu Santo puede convencer de pecado.
  2. Solamente el Espíritu Santo puede convertir a los pecadores.
  3. Solamente el Espíritu Santo puede conducir o dirigir los cultos.
  4. Solamente el Espíritu Santo puede conformar a los santos.
  5. Solamente el Espíritu Santo puede conquistar al diablo. 

El misionero no tiene que preocuparse que el Espíritu Santo hará su trabajo.  El misionero debe preocuparse que está haciendo lo que Dios le llamó hacer  y dejar los resultados al Señor.  Dios cumplirá su propósito por el trabajo del Espíritu Santo.

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