Influencia y Control

Influencia y Control. Algunas veces nos confundimos en el ministerio. Nos olvidamos que nuestra responsabilidad no es controlar sino influenciar. Dios nunca nos dio el control de la gente, de sus estilos de vida o sus elecciones. Él creó el libre albedrío y le da a cada individuo la responsabilidad individual de sus elecciones. Me temo, que por buenas intenciones, algunos líderes espirituales cruzan la línea y de hecho tratan de controlar el comportamiento en lugar de influenciar el corazón. Hay muchas razones por las que este método bien intencionado del ministerio es realmente malo.

Dios nos dio Influencia no Control.

Nos permite influenciar a otros, pero se reserva el derecho de controlar estrictamente para Él mismo. En el ministerio buscamos la influencia, y sólo a través de la influencia podemos imponer que otros vivan por los principios bíblicos en completa sumisión a Aquel que realmente tiene el control. No tenemos control sobre otros—nunca. Dios lo tiene. Y nos presta influencia—a través de medios espirituales. Nos manda a ser ejemplos vivos para otros, persuadiéndolos, no mandándoles, para que vivan piadosamente. (“Que con mansedumbre corrija a los que se oponen.” 2 Timoteo 2:25) No podemos mandar a otros para que vivan de manera justa, pero podemos persuadirlos. No podemos empujar a otros a Dios, pero podemos guiarlos a Él.

Leer más

Tipo de Moneda
PEN Sol